lunes, octubre 14, 2024

Reseña: “El Cubista” de Miguel ‘Chuck’ Rodríguez

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Luis Jesús Galindo Cáceres escribe de “El Cubista” de Miguel ‘Chuck’ Rodríguez

Luis Jesús Galindo Cáceres
Viernes 16 de marzo de 2018
 
Nombre del disco. El Cubista
Integrantes del Ensamble. Miguel ‘Chuck’ Rodríguez (bajo), Marc Berthoumieux (acordeón), Edgar de la Torre (guitarra), Miguel Alzérreka (vibráfono), Jorge Servín (batería), Iraida Noriega (voz), Flora Pasquet (voz).
Duración. 48 minutos.
Ocho segmentos. Prisma (6:07), El Cubista (5:50), Desvelo (5:41), Modern answers to old problems (5:42), Al final (5:02), Margarita (7:35), Berri Street (8:23), Viaje de Milla (2:43).
Composiciones.- Todas las rolas son de Miguel el Chuck Rodríguez, menos Al final, de Edgar de la Torre, y Desvelo, de Iraida Noriega. Margarita y Viaje de Milla son en coautoría con Marc Berthoumieux.
Grabado por Juan Pablo Aispuro en el estudio Casa del Árbol, Ciudad de México. 
Coproducción y mezcla por Marc Berthoumieux, en La Ville Studio, Paris.
Master.- Michel Geiss, Paris.
Productor.- Miguel Chuck Rodríguez:
Arte.- Enrique Servín, México.
Distribuido por Sous La Ville/Absilone/ Believe

Hay proyectos que tardan en madurar, en esto el tiempo es relativo, una vida puede cambiar en un momento, llevarte por otros caminos, el viaje dura lo que tenga que durar, unos días, unas semanas, meses, años, quizás más. En este sentido el caso de El Cubista de Miguel Chuck Rodríguez es ejemplar, un viaje de quince años. La música tiene formas distintas de llegar a nuestra raíz, nos visita en ocasiones en coordenadas sorprendentes. El Chuck es un bajista eléctrico todo entrega y dedicación. Detrás de ese oficio visible para todos los que lo estimamos y admiramos se encuentra un guitarrista que toca el bajo de siete cuerdas para demostrar lo que es posible cuando instrumento, sentimiento, intención, exploración y música se encuentran. La vocación del bajo es acompañar, también alumbrar y coordinar, como un faro, como una guía que integra sin dirigir en forma propositiva, aunque sucede. El bajo es quizás la voz del jazz más fascinante, en ella se articula la memoria de toda la música occidental en su perfil de resonancia de los latidos del corazón, con las visiones rítmicas de todo lo que armónicamente ha sido posible. Ya con esto el bajo del Chuck llega a ser peculiar y asombroso, fascinante. Su trayectoria lo avala. Pero hacía falta más, un día escucha a un acordeonista y su vida cambia, su raíz emerge y toma forma. El Cubista es el producto de ese encuentro. Y de seguro faltan otros encuentros en el futuro, un enamorado de la música y los matices instrumentales en su color y su textura volverá a descubrir la sensualidad novedosa y excitante en otros timbres y alturas. Por ahora este es un relato del encuentro con la voz del acordeón y las aventuras que esto provocó.

El Chuck nace en un ambiente musical, tanto la familia materna como la paterna tocan algún instrumento acompañando las reuniones y veladas. En ese contexto es su padre quien lo induce a través de la guitarra. Su inquietud crece y toma forma entre los once y los doce años, eso lo lleva a la Escuela libre de Música por la colonia Roma en CDMX, ahí estudia la Licenciatura en Contrabajo, dentro de lo que se llama música culta. Mientras tanto el bajo eléctrico ya forma parte de su vida cotidiana, tocaba en duetos con su padre desde la pubertad. El bajo creció a lo largo de su adolescencia, vinieron cursos, clases particulares, horas de estudio. Su contacto con Berklee en talleres en Xalapa en la segunda parte de los noventa fue su confirmación con el instrumento y la vocación. Tomó clases con Pedro Garnica, Aarón Cruz, Agustín Bernal. La red de relaciones fue abriendo más y más su mundo al medio musical. Su escuela básica no fue del todo la academia, fue la práctica y la convivencia con otros músicos. Su primer marco de experiencia en este sentido fue el encuentro con Tere Estrada, por la vía del rock y el blues. Tuvo experiencia en la música comercial por algunos años, lo importante era tocar, aprender, seguir.

El jazz llega a su vida a través de un vecino, los discos, la magia viva de la música grabada. A largo de aquellos años va creciendo la inquietud por tocar eso que sonaba cuando tocaba Charles Mingus y los grandes contrabajistas y bajistas. La convicción de que esa era la música que tocaría sólo apareció con la práctica. El riesgo, la audacia, el coraje, son cualidades del Chuck ante la música. Toda su vida se ha enfrentado a más de lo que podía, para seguir, para crecer, para explorar. Su instrumento ha sido siempre el bajo eléctrico, el contrabajo fue sólo una aspiración formal de los años de adolescente. El joven Rodríguez ya lo tuvo claro, sería el jazz, sería el bajo eléctrico. En el 2005 y el 2006 viaja a Montreal para tomar talleres de jazz con bajo eléctrico, McGill y Concordia. A partir de entonces la decisión definitiva está tomada, sería músico profesional, sería jazzista, tocaría el bajo eléctrico. Dos personalidades lo marcan en su formación, Alger Erosa y Edgar de la Torre, dos guitarristas, uno de Mérida y el otro de Tijuana. Ellos son su escuela genética en el escenario de talleres, tocadas, redes de músicos. A través de ellos conoce a bateristas importantes en su vida, como Alex Gómez, Paco Godoy, Giovanni Figueroa y Jorge Servín. El músico de jazz ya estaba en forma para la segunda parte de la década pasada. Su sensibilidad armónica melódica y rítmica ya tenía una base sólida y en evolución.

En el año 2012 a través de Jorge Servín conoce al pianista Esteban Herrera, su carrera pasa a otro nivel. Se integra a uno de los tríos más relevantes de nuestro medio en esta década. En el 2013 conoce al guitarrista Juanjo Gómez, y junto con Jorge Servín integran otro de los tríos brillantes de nuestro tiempo, el Xuc Trío. Su prestigio se mueve al escenario del primer nivel. El aprendizaje en la intimidad del taller, en el compromiso con amigos y cómplices, en la atención del aprendiz serio y estudioso, unido a la experiencia de la vivencia en ensamble articulado y constante, son parámetros que van aumentando la complejidad y la densidad del músico. Miguel Chuck Rodríguez al transitar la segunda década del siglo está listo para el siguiente paso, su proyecto personal, con su propio ensamble, indagando su propia intimidad, su raíz.

La historia del proyecto de El Cubista inicia en su formación temprana como músico, la guitarra. El Chuck es un bajista que todo el tiempo está imaginando lo que sucede con su bajo en relación con la guitarra, con todo lo que esto implica en términos armónicos. En su vida cotidiana estudia y compone con guitarra. En su imaginario musical la guitarra y el bajo se entrelazan. Eso lo lleva a la exploración y dominio técnico en los últimos años del bajo de siete cuerdas. El Chuck Proyect inicia como idea alrededor del año 2003 en el taller con Alger Erosa. Ahí conoce la música de Marc Berthoumieux a través de un disco, el impacto es inmediato, el Chuck tiene en ese momento una experiencia fundante al reconocer aquello ajeno como propio. En sus viajes a Montreal compra toda la discografía de Marc, la escucha una y otra vez. Ahí encuentra su voz y su raíz, empieza a componer bajo esa inspiración. Durante diez años el impulso madura hasta llegar a El Cubista.

El proyecto madura y se sedimenta, tiene momentos de creación en el 2005, en el 2008, en el 2011, hasta llegar al 2014 en que está casi listo. En el proceso muchas composiciones quedan fuera. Entonces llega el 2015 cuando el Chuck invita a Marc a participar, a grabar el disco, a tocar en vivo el proyecto. El músico francés acepta, el siguiente movimiento es trabajar y ahorrar para traerlo y consolidar la invitación. Todo fue planeado para una semana, conciertos y grabación. Y así fue. El viaje se realizó, el proyecto se materializó. Empezó la semana con los conciertos, terminó con la grabación, se trató de que el balance entre apropiarse del proyecto y dejarlo volar fuera el adecuado, más hacia volar, y volaron, la música tenía que mandar, y fue la jefa. El bajista se movió de instrumentista a líder de un ensamble, la vida misma de la música sonando fue la guía, los músicos el medio, la grabación la huella. La vida y la música tuvieron un nuevo encuentro, fértil, amoroso, enérgico.

El proceso de la imaginación musical a la realización pasó por lo menos por tres o cuatro fases de ensayo. Tener grabaciones de todo aquello sería genial, para apreciar cómo se va explorando el proceso de encontrar las voces y el color de una composición y un arreglo. El punto máximo de realización previa a la semana mágica fue el ensamble a trío, con Jorge Servín en la batería y Edgar de la Torre en la guitarra. Justo ahí el proyecto ya sonaba, después vino el enriquecimiento de la propuesta con el vibráfono de Miguel Alzérreka, el cuarteto ya era una forma definitiva del proyecto. A ese formato se agregó el acordeón de Marc Berthoumieux y las voces de Iraida Noriega y Flora Pasquet.

El sonido del disco se configura en el referente de un tono folk de la música francesa, todo el proyecto fue pensado en ese sentido, detonado por el efecto que causaba en el Chuck el escuchar los discos de Marc. El sonido se completa con las aportaciones de las composiciones de Iraida Noriega y de Edgar de la Torre. El referente directo es la forma de la música de Marc, música ternaria, en 3/4, en 6/8. La raíz de un músico no es consciente, se manifiesta en su expresión musical más plena y vigorosa sin avisar ni distraer. Quizás la raíz del Chuck estaba latente, y aparece cuando escucha la música de Marc, el momento de expresar esa coincidencia, esa extraña cita con el destino, más allá de lo estrictamente musical, es El Cubista. El interior del músico está conmovido y revolucionado, algo toma forma y emerge. Quizás no todavía en completa plenitud, de cierto en ese camino, definitivamente con esa energía. La mejor visión de este momento la tendremos al escuchar los proyectos posteriores y sus frutos.

Berri Street es un tema ternario, está dedicado a la calle en donde vivió en Montreal, es la primera composición del disco, con una vocación de folklor francés. El cubista es un encuentro entre el vals y el tango. Modern Answers to Old Problems es un tema alegre con armonías mayores, un juego musical sobre la inventiva de los pretextos. Prisma, un tema compuesto en Xalapa buscando voces en la guitarra. Canción para mi padre, un vals con dedicatoria a dueto de acordeón y bajo eléctrico. Margarita, dedicado a su madre. Y las dos rolas invitadas, la de Iraida y la de Edgar de la Torre, como un complemento y mucho más, un mensaje de hermandad, una nota sobre el camino y los compañeros que han permitido que sea más agradable y gozoso. 

El disco tiene un costo de producción mayor de lo normal por todo lo que implica traer a un músico de Francia con todos los gastos pagados y honorarios. Eso retrasó un poco su grabación. Se graba en La Casa del Árbol, el estudio de Juan Pablo Aispuro, que realizó la ingeniería de grabación. Se grabó en dos días, jueves y viernes. La mezcla se hace en La Ville Studio, Paris, a cargo de Marc Berthoumieux. El master es producto del trabajo de Michel Geiss, también en Paris El disco se incluye en el catálogo de una editorial francesa, primero en forma digital y después en formato de CD. El arte es de un pintor de Guadalajara, Enrique Servín. Elena Esquivel la gerente de Las Musas de Papá Sibarita fue la encargada de la comida los días de grabación. Ha pasado casi dos años desde la grabación a la publicación del disco en el 2018. La espera y la paciencia le dan un valor extra. El título del disco hace referencia al bajo como un instrumento de arquitectura geométrica para estudiar y tocar, el bajista es un cubista como metáfora. Sigue un segundo disco dentro del mismo impulso, una segunda parte del proyecto. Después vendrá otro ciclo, otros encuentros, nuevas propuestas.    

Contacto.-
http://www.chuckbajo.com/ 
Para Comprar y escuchar el disco a partir del viernes veinte de abril de 2018.-
http://elcubista.souslaville.com/ 
Para escuchar a Miguel Chuck Rodríguez-
 
Chuck Rodríguez #1 (live session) – Berri St. // Calma Music Sessions.
https://www.youtube.com/watch?v=GwRXLtMaMnw 
Miguel Chuck Rodriguez – Berri St. Ciudad de Mérida, Yucatán, instalaciones de ECO MUSIC STUDIO (Master Class).
https://www.youtube.com/watch?v=ChsMpaK4eHQ 
Chuck project live at Pizza Jazz Café (Sin Destino, by: Edgar de la Torre).
https://www.youtube.com/watch?v=9IljPinTTkY 
“CHUCK PROJECT” JAZZATLAN MARZO 2013.
https://www.youtube.com/watch?v=5pxjgO4Fs9s 

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